El humo del cigarro y los niños
Un nuevo estudio encuentra que el humo de segunda mano daña los ojos de los niños
El humo del cigarro y los niños
Un nuevo estudio encuentra que el humo de segunda mano daña los ojos de los niños
El humo de segunda mano es una conocida amenaza para la salud ocular entre los adultos. Muchos estudios relacionan la exposición al humo a un incremento en el riesgo de afecciones oculares que afectan a las personas más adelante en la vida, como por ejemplo las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), una de las principales causas de ceguera. Sin embargo ¿Es un riesgo el humo de segunda mano para la visión de los niños? Un nuevo estudio de Hong Kong sugiere que así es. Los investigadores encontraron que los niños ya a la edad de 6 años muestran signos de daño ocular.
Una de las partes más vulnerables del ojo al humo del cigarrillo es la que se conoce como coroides. La coroides es una densa red de vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo. Es responsable de abastecer de oxígeno y nutrición la retina y mantiene la temperatura y el volumen del ojo. Los estudios han demostrado que los fumadores y las personas expuestas al humo de segunda mano tienen una coroides más delgada. El adelgazamiento de la coroides se relaciona con el desarrollo de la DMRE que pone en riesgo la visión, entre otras afecciones.
Para determinar si un niño expuesto a humo de segunda mano presentaba daños similares, los investigadores del Centro de Oftalmología de la Universidad China de Hong Kong examinaron 1.400 niños entre los 6 y los 8 años. Demostraron que los niños que permanecen en entornos con humo de cigarrillo presentaban coroides significativamente más delgadas comparados con los niños que no estaban expuestos a este humo. La diferencia era de cerca de 6 a 8 micras.
Como otro factor de importancia, los datos mostraron que el adelgazamiento de la coroides en niños aumentaba con el número de miembros de la familia que fumaran y con la cantidad de cigarrillos que las personas mayores fumaban por día. Aunque las implicaciones de estos cambios, relativamente menores, a largo plazo, en el estado de los ojos de los niños en el futuro, está aún por determinarse, este estudio presenta el papel potencial que desempeña la exposición temprana del humo en enfermedades crónicas que se presentan más tarde en la vida.
Con los años, ha ido disminuyendo la tasa de fumadores en Estados Unidos pero sigue siendo un riesgo para la salud. Una encuesta estadounidense de 2018 reportó que hasta 25,2 por ciento de la población ha estado expuesta a humo de cigarrillo de segunda mano y que el 37,9 por ciento de los niños (de 3 a 11 años) y de adolescentes (de 12 a 19 años) estaban expuestos al humo.
“E humo de segunda mano es una importante preocupación en el campo de la salud pública”, sostiene el director de la investigación, Jason Yam, FRCS(ED) MBBS. “Cerca del 40 por ciento de los niños están expuestos a humo de segunda mano, muchos de ellos a largo plazo, lo que hemos identificado como un factor de riesgo para la visión débil. Nuestros nuevos hallazgos vierten luz en la importancia de terminar de una vez por todas con el hábito de fumar en proximidad de los niños en un esfuerzo por preservar su visión y su salud en general”.
Para disminuir el riesgo de desarrollar problemas graves de salud, la Academia Americana de Oftalmología recomienda que todos debemos dejar de fumar.